viernes, 25 de noviembre de 2011

Herramientas informáticas en homeopatía

Si usted ha acudido a un médico homeópata quizás se habrá encontrado que durante o al final de su entrevista clínica, éste ha dedicado un tiempo escaso tecleando en su ordenador. A algunos de mis pacientes les ha llamado la atención este hecho, por lo que pienso puede ser aclaratorio este escrito.


Si Hahnemann hubiese tenido un ordenador probablemente no lo habría usado, porque en su caso el conocimiento profundo de las sustancias que empleaba era exquisito (entre otras cosas porque primero él las había experimentado, lo que hoy llamamos realizar un proving). Pero además en su época se llegaron a conocer las propiedades curativas de hasta cien remedios, mientras que actualmente el arsenal farmacológico homeopático ha llegado a alcanzar aproximadamente los tres mil productos unitarios. Esto hace que sea prácticamente imposible recordar todos y cada uno de los síntomas que cada uno de ellos produce. Al recoger los síntomas y las modalidades que un paciente nos explica en la consulta vamos perfilando lo que en ese momento será más preciso para poder ayudar a restablecer el equilibrio de ese individuo. Para confirmar nuestra impresión diagnóstica, contamos con lo que conocemos como el repertorio, una herramienta que ideó el médico estadounidense James Tylor Kent un siglo después de los primeros postulados de Samuel Hahnemann. Kent recogió los síntomas que se desprendían de las experimentaciones realizadas con las diferentes sustancias naturales testadas, poniéndolas por orden y relacionándolas con los remedios que hasta la fecha se habían descrito como “provocadores” de ese efecto cuando se practicaba ese proving. Por ejemplo, ante una persona que nos relate que siempre tiene mucha sed después de cenar, buscando en el repertorio encontraríamos entre otros remedios como anacardium, cantharis, magnesia carbonica, natrum muriaticum, plumbum, psorinum, thuja o zinc. O por citar otro ejemplo de carácter patológico, si alguien argumenta que tiene un dolor de garganta que empeora claramente al bostezar, hallaríamos remedios como Argentum nitricum, calacarea phosphorica, natrum carbonicum o tarentula, que podrían ser útiles para ese mismo síntoma concreto.

Los programas informáticos que hoy utilizamos relacionados con el repertorio son un nuevo avance que nos facilita el estudio que propuso el Dr. Kent, en el sentido que añadiendo al programa los síntomas o características propias más relevantes del paciente en toda su esfera tanto física como mental y emocional, nos da una síntesis final de los fármacos que mejor cubrirían la totalidad de esos síntomas. Así, podemos aproximar, confirmar o descartar la impresión diagnóstica que nos sugiere el cuadro que presenta la persona. De alguna manera podríamos decir que objetiva aquello que en un principio podría parecer subjetivo. Para ello, de todas formas, es imprescindible un conocimiento profundo de este repertorio, y por eso se ha convertido en una parte imprescindible en la formación reglada y da calidad para cualquier médico homeópata.

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